Un dia...

Alzo mi vista y observo un diáfano cielo azul. La lluvia ha limpiado la atmósfera y no hay una mancha que opaque tanta perfección. Un sol cobrizo se esconde detrás de las montañas, repartiendo un dulce rosado a mi alrededor... La perfección se completa con minúsculas partículas que se sostienen en el aire, que flotan a mi alrededor... Todo es un placer para la vista, como si un gran pintor hubiera elegido su mejor lienzo y sus pinturas, y hubiera hecho este cuadro para mí... La temperatura es perfecta, siento el aire del verano que se acerca, que huele a madreselvas en flor. A jazmines entreabiertos. Inhalo profundamente tratando de llenar mis pulmones de esa frescura ínfima que me rodea. Tratando de pegar a cada una de mis células esa perfección. Y ahí estoy yo.. Como una figura dispuesta para completar la armonía. Camino lentamente, como flotando... como dejándome llevar por el viento. Entrecierro mis ojos, intentando soñar que soy un ave, que ese viento que revuelve mis cabellos es la pluma en la que me deslizo por la vida. Pero no puedo, no puedo dejar de observar tanta perfección a mi alrededor. Los pájaros cantan una canción para mí, y las copas de los árboles hacen los coros de un sinfonía maestra.... Las casas comenzaron a teñirse de naranja, y los charcos de lluvia de la noche anterior parecen de oro a mi paso, reflejando la luminosidad del sol y dibujando formas blanquecinas en mi rostro, ayudados por el viento... Camino.... floto en realidad, estamos solos la calle y yo, no hay autos, no hay personas, solo el viento, el sol, el cielo pintado de colores, el aroma del verano y mi alma... Mi alma me persigue, se ha quedado a danzar con los duendes que acompañan esta magia, viene unos pasos atrás jugando con las últimas hojas del otoño, y se adelanta para soplar algunos panaderos... Mi alma es el niño que me invita a liberarme, y disfrutar, que me invita a relajarme y soñar, soñar que esta tarde perfecta fue hecha para mí.... El viento se desliza por mi cuerpo, y me eriza la piel, mis manos relajadas dejan correr el aire entre los dedos y mi frente se alegra de tanta frescura junta... Mis labios entreabiertos, y la boca seca me indican que llevo caminando bastante, pero no tengo noción del tiempo.... Solamente me entrego a sentir, a dejar correr las emociones por mi cuerpo... Siento los latidos de mi corazón que marcan el ritmo, y puedo darme cuenta que la sangre está fluyendo por todo mi cuerpo de una forma explosiva... Dejo caer mi mano derecha a un costado, y la abro para tomarle la mano a esa presencia que me regala todo lo perfecto... Estoy solo, con mi ángel... con mi alma... con lo perfecto... Agradezco mi vista, mis oídos, mi tacto, mi olfato y mi capacidad de flotar aunque camine... Agradezco este momento de vibrar en otro plano.... El frío metal de las llaves en mi bolsillo me obliga a tomar contacto con el mundo exterior... Solo fueron tres cuadras... Ojalá duraran para siempre....

El bueno y el malo....